Living The Dream

viernes, 30 de agosto de 2013

Capítulo 17

Narra Blanca
<<Y me empujó bruscamente hacia atrás, casi haciéndome caer. Me había quedado anonada, pero él ya estaba sentado en el coche, y arrancó sin mirarme más>>.
Sigo sin entender su comportamiento. Lo único que puedo pensar es que juega conmigo, pero duele demasiado pensarlo. Y él es una buena persona...
-¡Ah Blanca, ya!-me grito, y me acerco a mi maleta para vestirme, aunque antes compruebo la hora; las cinco menos cuarto de la mañana. No puedo evitar pensar en que si no fuera cantante, tendría que haber estado dos horas antes en el aeropuerto, y no podría llegar en el último minuto, como voy a hacer hoy.
Aunque tampoco importa; dado que no he podido casi dormir y me he despertado sola, sin necesitar el despertador. Me pongo esto:
Y bajo a recepción...
-¡Blanca! -exclama alguien, con una voz familiar; me vuelvo hacia el lugar del que venía la voz, y me encuentro a Clara y María, que vienen hacia mí. ¿Qué hacen aquí?
-Veníamos a despedirnos-contesta María a mi pregunta muda.
-¿No preferirías dormir?
-En parte sí, supongo. Sobre todo porque ayer salimos. Pero los chicos nos obligaron a venir-explica Clara.
-¿Y dónde están, han venido?
-Ven, corre-repone María, tirando de mí.
Y allí están, en una zona apartada y vigilada, mientras la gente chilla; fans de nuevo.
-¡Hola!-exclamo, pero mi sonrisa se esfuma al ver la cara enojada de Zayn; sacudo los recuerdos de lo pasado ayer, y me vuelvo hacia Liam, interrogante.
-Es lo de Perrie...nada del otro mundo-me explica. <<No, soy yo. Yo le altero>>pienso.
-Ah... pensaba que ya estaba arreglado-digo, sin embargo.
Como el ambiente es tenso, decido cambiar de tema:
-¿Por qué habéis venido?
-Para darte una sorpresa y despedirnos-contesta Niall, sonriente.
Fuerzo una sonrisa, evitando mirar a Zayn.
-Os vamos a echar de menos, ¿sabéis?-dice Meli entonces. 
-Y nosotras-asiente Louis.
-¡Venga ya! ¿Cómo va un ídolo a echar de menos a unas fans?-replica Meli, cruzándose de brazos.
-Siempre echamos de menos a las fans. Y los lugares-repone Harry, serio.
-Exacto. Además, vosotras ya no sois fans cualesquiera, ¿no?-dice Liam.
-¿Y qué somos?-pregunta María, con un deje de emoción que convierte su voz en un susurro. Tras un rato, Liam la abraza y dice:
-Amigas. ¿Verdad?-mira a los otros cuatro chicos, como buscando ayuda.
Ellos asienten, y caigo en que Lucía no está. 
-¿Y Lucía?
-Ni idea-se encogen mis amigas de hombros. 
-Pues yo sí lo sé-replica Louis; le miramos-. Se fue con Brett, a despedirse, o eso me dio él a entender.
-¿Brett?-repite Clara. Luego parece entender-. ¡Ah! El telonero.
-¿Por qué iría con él? -pregunta María. 
-Creo que él se lo pidió. Se cayeron bien, supongo-dice Louis, encogiéndose de hombros. 
-A ver si llega ya; hay que ir yéndose, Blanca-indica Meli, señalando a un grupo de guardias junto a mi mánager.
-¡Melissa, Blanca!-grita entonces alguien, a quien reconozco como Lucía por la voz. Corre hacia nosotros con Brett al lado-. ¿No os habré hecho esperar?
-No, qué va. Estábamos hablando de tí justo ahora-sonrío.
-¿Sobre mí? 
-Louis nos dijo a dónde habías ido-explica Clara. 
-Creo que tenemos que ir yéndonos ya-indico, señalando a mi mánager.
-Es verdad-Meli ya está abrazando a los chicos, uno a uno. Lucía le dice algo a Brett e imita a Meli.
Cuando yo me he despedido ya de todos, recuerdo a Zayn; empiezo a acercarme...
Pero está con Melissa. Ella le dice cosas, seria pero con expresión amable. Él solo mira hacia abajo. 
Finalmente se inclina para decirle algo al oído, mirándome de reojo. Meli se pone tensa y asiente. Le da unas palmaditas cariñosas en el brazo y se nos une a Lucía y a mí. 
No puedo evitar mirarla, preguntándome qué le habrá dicho Zayn. Noto durante el vuelo que ella también me mira de reojo. Y tal vez me evita. La situación ne irrita cada vez más, y acabo encerrándome en la pequeña salita con puerta que hay en una esquina. Me tumbo sobre la camita que hay, y hundo la cara en la almohada, clavando mis dientes en ella.
<<¿Qué he hecho? He estropeado toda la posible amistad con Zayn. Y encima dudo de él y su manera de tratar a las chicas>>me chillo mentalmente, una y otra vez. Recuerdo todo desde que le conocí, para hacerme más daño. Y el recuerdo de las risas del día en casa de Harry me quema como mil brasas ardientes. Finalmente, me quedo sin fuerzas , apago el móvil y empiezo a llorar, odiándome cada vez más. 
Cuando me he desahogado, tengo los brazos entumecidos, y me duele la cara; cuando me la palpo, noto que es la huella de la tela de la almohada.
Por otra parte, tengo la sensación de que se me van a quebrar los dientes de un momento a otro. Supongo que es por morder la almohada. Me froto la cara, frustrada, y salgo de la estancia, con un nudo angustioso en la garganta.
Melissa y Lucía juegan a las cartas.
Casi sin saber lo que hago, me acerco a ellas...

Capítulo 16

Narra Blanca
Apagamos los móviles mientras las luces se apagan. Nos cogemos de las manos y esperamos...
Las primeras notas de "Up All Night" suenan antes de que se les vea por ninguna parte a los chicos; las luces son azules, y hacen que el pelo de Niall, el primero que sale, parezca una peluca de carnaval.
-¡LONDRES!-grita Harry, al terminar la canción.
Siguen con la bienvenida, pero yo sólo me concentro en sus rostros, pensando cómo es posible que no esté yo en el escenario.
Las canciones me mantienen con la mente puesta en ellos, y canto y salto como una fan más. Tras cantar "Last First Kiss", las luces se tornan de tonos cálidos y no muy fuertes, y todos se sientan en los escalones en el centro de la pista.
-Hoy-el griterío apaga su voz-... tenemos el placer de tener a una invitada... o algo así-añade Niall, dirigiéndose a Louis- a la que muchos conoceréis a estas alturas... Una invitada que merece esto de verdad...
-Venga Horan, déjalo; hoy no te ha dado bien la vena del sentimentalismo-interrumpe Louis, en ademán burlón. El rubio le lanza una mirada airada, pero calla.
-La conocimos el otro día, y resultó ser una fan... algo sorprendente-ríe Louis al hablar-. Y como nosotros disfrutamos de su espectáculo, hoy es su turno.
El público murmura sobre quién puede ser, pero mi corazón ya acelerado late tan fuerte que temo que los músculos se rompan; hablan de mí.
De pronto me doy cuenta de que Harry está sentado en el borde del escenario, en frente de nosotras.
Sus rodillas me rozan, y me pregunto cómo habría reaccionado en esta situación de no haberlos conocido.
¿Qué hará?
-¿Subes?-me pregunta, aunque lo dice al micrófono.
-No creo que...-replico, cuando se acerca Zayn.
-¿No vas a enseñarles tu sonrisa?-me dice, apartando el micrófono, a la vez que, contra todo pronóstico, se desliza junto a mí. El gesto es recibido por un coro de gritos.
-Zayn... no sé si es buena idea-murmuro, mientras él me pasa un brazo por los hombros.
-¿Por qué no? Si yo te lo pido-insiste, en voz algo queda, rozando con los labios mi oreja, acariciándome la mejilla con los dedos. No debería hacer esto, pienso. Debería saber lo que significa ser fan, y dejar de hacer que me altere... Entonces otro pensamiento me inunda: <<¿No era esto lo que siempre quise? ¿Que me susurraran a los oídos y que me acariciaran?>>. Le miro, y sonrío, indicando que me rindo. Él se separa, y noto cómo las voces de mi interior piden a gritos que vuelva. Niego, y me acerco a la pista; Zayn me está ofreciendo una mano para ayudarme a subir que, sin embargo, no acepto, y salto ágilmente al escenario. Oigo chillidos, exclamaciones, y vítores en forma de mi nombre. Sonrío, pero me encuentro con que es una sonrisa insegura; hoy no soy la estrella del espectáculo, y por lo tanto estoy tan nerviosa como una fan. Bueno, menos, porque ya les conozco. Me quedo donde estoy, inmóvil, mientras allos siguen hablando, hasta que Niall se acerca.
-¿Vas a cantar?
Parpadeo, desconcertada.
Tardo un segundo en comprender lo que dice, y me hago con la situación, esbozando una sonrisa divertida.
-¿Mi canción? Dudo que os la sepáis.
-No exactamente-replica él-. "Best Song Ever". ¿Te suena?
Su nueva canción. La inseguridad vuelve; sólo la he escuchado un par de veces... no he tenido mucho tiempo. Dudo que me la sepa, y menos para cantarla en un escenario. Pero no me puedo negar, ahora no.
-Por supuesto... dado que yo me sé las vuestras... no cómo otros.
Me pone una mueca que me hace reír.
-Bromeo sólo, estoy encantada de cantar la mejor canción de todos los tiempos. La conozco como la palma de mi mano-miento, y él sonríe, aprobando mi actitud.
La música empieza a sonar, y me encuentro pensando en qué cara debería poner, y en qué parte del escenario debería quedarme. No sé como, pero de pronto me encuentro al lado de Zayn.
Mis nervios aumentan a medida que se acerca el momento de la primera estrofa.
-¿Estás bien? ¿Por qué te pones así? No es tu primera vez sobre el escenario-se preocupa Zayn, interpretando mal mis temblores. Lo que ha dicho me podría haber llegado a molestar en otro momento.
-No es eso... sólo que...-suena la penúltima nota antes de que Harry tenga que empezar a cantar- No estoy segura se saberme la letra-confieso, mientras Harry empieza con la primera frase.
Zayn parpadea, mirándome... pero ya no estoy en ese sitio; me he alejado de él, deseando desaparecer.
No me doy cuenta de lo que hago, hasta que llega el solo de Liam.
El que dice que ella dice que se llama Georgia Rose... Todos me miran, con la boca cerrada. Sin embargo, por los altavoces resuena una voz... la mía, comprendo. ¿Cuánto tiempo llevan así? ¿Cómo estoy cantando sola? Los pensamientos se apelotonan en mi mente desconcertada, mientras las palabras salen solas de la boca... una tras otra, al ritmo exacto, sin errores. ¿Cómo me la sé tan bien? Recuerdo haber visto el videoclip tres veces, y fueron las únicas veces que escuché esta canción. Me preocupa entonces que el público esté furioso porque no están cantando los que debían hacerlo, pero las figuras saltan, bailan y cantan como si nada pasara... incluidas mis amigas.
Miro a los cinco chicos, buscando... ¿ayuda? ¿Para qué? ¿Para seguir cantando? Recibo sonrisas, y no me callo. Noto que soy feliz, pero de una forma extraña; yo quiero que canten conmigo.

-¡Blanca!-exclama Melissa, cuando ya salimos por la puerta principal de la pista. El concierto ha sido increíble.
-¿Sí?-mi voz está ronca también, y noto la cara pegajosa por las lágrimas.
-¡Fue... de locos! Lo de allí arriba-señala el escenario-. Se callaron un segundo todos. ¡TODOS! Y luego siguieron como antes. Yo ya temía que lanzaran cosas contra ti.
-Yo también-admito.
-¿Cómo lo hiciste? ¿Y cómo te sabías así la canción?
-No me preguntes, que no lo sé-murmuro, encogiéndome de hombros.
-Bueno... mañana te vas, ¿no?-pregunta, cambiando súbitamente de tema.
-Sí, y créeme si te digo que me da pena irme.
-¿No te gustaría celebrarlo?
-Meli... ¿no te ha parecido suficiente celebración el concierto?
-Podríamos... ¿ir a comer con los chicos? A lo mejor les apetece.
-Meli, mi vuelo sale a las seis.
-Ah... jo.
-Lo siento,  de verdad.
-Nada, tienes que dormir. ¡Vaya mala influencia soy!
-Mucho, Melissa- dice alguien. Nos volvemos las seis para ver a Brett, cruzado de brazos.
-¿Tú quién eres para decirme eso?-replica ella.
El otro se encoge de hombros, divertido.
-Lo has dicho.
-Brett-es Lucía-. ¿Podemos ver al resto? Para despedirnos y eso...
-Claro, a eso venía.
Sonriente y sin vacilar, Lucía se coloca a su lado y empiezan a hablar, mientras nos dirigimos a la parte trasera del estadio. Pasamos por donde el mar de fans no nos puede ver, y llegamos a la zona vallada donde esperan todos los cinco, sonrientes y agotados.
-¡Eh! Cantante roba-atención-me dice Niall, pero Harry sacude la mano, y dice:
-Es una broma, estuviste genial.
-¿Seguro que no os importó?
-¿Importarnos? Lo que nos importaba era verte feliz y demostrar a las fans cómo de alto pueden llegar-replica Louis, con suavidad.
-Genial... no existimos-dice Clara, fingiendo dolor, para llamar la atención.
-Claro que no-asegura Louis, intentando no reír. Clara le saca la lengua, y Harry la rodea con un brazo, en ademán protector. Como si Louis fuera una bestia que la fuera a atacar. <<A bromas, seguro>>pienso.
-¿Os venís a un pub?-pregunta Liam.
-Blanca se va mañana temprano... y bueno, no sé si...-interviene Lucía, junto a Brett.
-A lo mejor...-empiezo, con repentinas ganas de salir con ellos... justo cuando alguien llega a la zona vallada; lleva el pelo rubio tan claro que casi parece blanco recogido en un moño alto, un vestido de flores algo hippie, y unas sandalias: Perrie. Me inquieta descubrir que la expresión que había creído que era de alegría es agria, enojada y algo dolida. Nos mira rápido, y se vuelve hacia Zayn. Si había esperado ver un abrazo, me llevo una sorpresa; ella le mira, y le dice con voz seca que si pueden hablar. Él se pone serio, y ambos entran en los camerinos. Nos quedamos callados unos minutos.
-Será mejor que nos vayamos ya...-empiezo a decir.
-¿QUE NO COQUETEABAS? ENTONCES ERA ALGO MÁS-se oye la voz de Perrie, gritando, al otro lado de la puerta.
-Ay... problemas. Lo siento por Zayn-dice Clara, afligida.
Quiero preocuparme por ellos, pero sólo siento culpabilidad. Ya no me apetece salir para nada.
-Yo me voy... estoy cansada-digo, dirigiéndome a la salida.
-¿Y no te despides?-es Liam; me vuelvo en redondo y corro a abrazarlo. Él me devuelve el abrazo, riendo.
Abrazo al resto también. Harry me aprieta tan fuerte que estoy a punto de darle una patada; Louis me pellizca con cariño, y Niall hunde la cabeza en mi pelo.
-Hazlo como sabes, impresiona a todos-me dice Louis.
-Mucha suerte. Ya nos contarás, ¿no?
-Por supuesto-repongo-. Y muchas gracias por todo.
Estoy saliendo por la verja cuando recuerdo algo.
-¿Cómo llego a casa?-pregunto, y todos se vuelven.
#16
Louis hace ademán de ofrecerse, cuando la puerta se abre y entra Zayn; me fijo en su expresión para deducir qué ha pasado con Perrie, pero permanece serio y sereno. Hace lo último que esperaba que hiciera:
-Yo la llevo.
Parpadeo, preguntándome si mr echará la bronca o algo, o si empezará a llorar y me pedirá que le abrace.
-¿Seguro que...?-duda Noelia.
-Sí, Noe, yo la llevo.
-Genial, pues gracias.
Zayn se acerca a un coche aparcado al otro lado de la valla, y me indica que me monte en el asiento de copiloto; cosa que ya iba a hacer. Cuando ya hemos salido a las calles más grandes y la arena no es visible, le vuelvo a mirar. Esta vez veo enfado, angustia y rabia en su cara, y rezo porque nada sea mi culpa.
-Zayn...-me paro, sin saber qué decir.
-No te preocupes, es una tontería-dice, y su voz moderada que contiene rabia no hace más que aumentar mi preocupación.
-No. Si es algo que yo... haya hecho...
No responde, si no que hace como si yo no hubiera hablado. Doblamos la esquina de la avenida que da a la calle del hotel.
Cuando el hotel está a la vista por fin habla:
-Es verdad, eres tú la culpable.
Se me cae el alma a los pies, aunque su voz suena suave, casi cariñosa. <<Le estoy causando problemas a mi ídolo>> es el pensamiento que me martillea constantemente en el cerebro.
Cuando el coche para, abro la puerta y salgo presurosamente, intentando alejarme rápido de Zayn. Sé que debería despedirme, darle un abrazo... pero no es el momento.
-Blanca-dice entonces él, sobresaltándome. No me vuelvo, sin embargo-. ¿Sabes lo que Perrie dijo?
Niego débilmente con la cabeza.
-Me dijo... me dijo que estaba tonteando contigo. Durante el concierto.
Entonces sí me vuelvo, y me sobresalta encontrar a Zayn tan cerca de mí; puedo sentir su aliento, nuestros cuerpos casi se rozan, y mi corazón se acelera.
-Zayn... yo no...
Pero no termino la frase, porque ha alzado mi cabeza, dejando nuestros labios peligrosamente cerca. Va a hacer que se rocen...

Capítulo 15


Narra Blanca
-¡EH! NO SÉ QUÉ HACEMOS AQUÍ-chilla Meli, y toda la tienda nos mira.
-¿Qué diablos?-pregunta Clara, manoteando, como para alejar las miradas como a moscas.
-¡Vamos!
-Meli... no entiendo nada-empiezo a decir, pero ella ya nos está arrastrando fuera de la tienda. Me siento en el asiento del conductor... pero Meli ya está ahí.
-¿Melissa?
-Venga, venga, siéntate.
Decido no replicar, y con un encogimiento de hombros, me siento junto a Noe y María. Clara está en el asiento del copiloto.
Meli conduce un poco a lo loco, y de vez en cuando María la riñe, a lo que ella responde agitando una mano con desdén.
Cuando paramos, con un tirón que me clava el cinturón en el estómago, miro por la ventana. Es un edificio sencillo, como los del Shana, o cualquier otra tienda de ese tipo. Es más bajo que los que lo rodean. Y el tejado es de rayas blancas y rojas. Pero no es eso lo que me  llama la atención; en el escaparate hay un uno y una "D" que conozco muy bien. Se exhiben camisetas con las fotos de "One Direction", además de pantalones, pulseras, collares, zapatos y gorras.
-Meli, eres el ángel que nos ha traído al paraíso.
-De manera poco angelical, hay que decir-argumenta Clara, a lo que Melissa responde arrugando la nariz.
Alguien grita desde el interior de la tienda, pero el guardia que viene con nosotras retiene a la joven, e indica al resto en la tienda que se aparten mientras compramos.
Casi una hora más tarde estamos de vuelta en el coche, con una bolsa llena cada una.
Esta vez Meli no me quita el sitio, y recorremos las calles charlando sobre la tienda e imaginando sobre el concierto.
Me paro en un semáforo en rojo, cuando alguien saluda con la mano. Me giro y veo con sorpresa que es Louis, con alguien a quien no conozco.
Se acercan, y Louis me dice que deje el coche al otro lado de la calle y que vayamos al bar en el que está. Hacemos lo dicho.
-¿Qué hacéis por aquí? -nos pregunta.
-Compras, ya sabes, para el concierto-responde Melissa.
-Ah, chicas, este es Brett, nuestro nuevo telonero.
Me fijo entonces mejor en él; tiene el pelo castaño claro acabado en mechones rubios, los ojos del color del café con leche y un poco almendrados, la nariz fina y los labios también. Es de la estatura de Louis, y sonríe amistosamente.
-Lucía, la telonera de Blanca-se presenta ella, señalándome.
-La cantante, ¿no? Admiro tu talento.
-Pero si no es nada...
-Ella siempre menospreciándose-corta Meli-. Soy Melissa, y éstas son Clara, María y Noelia.
-Encantado.
-¿Queréis algo?-pregunta Louis, mientras entramos en el bar.
-¿No molestamos?-sonríe Meli, colocándose junto a él.
-Sí, tu me alteras terriblemente, preciosa.
Ella le da un codazo, y nos acercamos a la barra.
En cinco minutos tengo mi capuchino humeante en las manos. <<Al menos no es café solo, o me recordaría a Zayn>> pienso,tontamente. Tendré que intentar ser más amable con él; en realidad le quiero mucho, y él se merece cosas buenas.
-Tierra a Blanca-dice Noelia, agitando las manos-. ¿Oyes?
-¿Eh? Ah, perdona...-murmuro, mientras ella pone los ojos en blanco.
-Decía Louis que pueden recogernos para entrar pir puerta VIP al concierto, y no tener que hacer cola.
-¿No es mucho?-le pregunto a Louis, que está con la cabeza medio apoyada en la mesa.
-Qué va.
-Muchas gracias-sonríe Melissa.
-No hay de qué. Ahora hay que ir a ensayar-bosteza, fingiendo pereza-. Vamos, Brett.
Pagamos la cuenta. Bueno, la paga Louis, tras discutir un rato sobre quién invita. No es que no seamos cabezotas, es que Louis nos hizo distraernos diciendo que Niall estaba allí, y al volvernos, aprovechó y pagó.
-Ahora sesión de peluquería-anuncia Clara, ya en mi cuarto del hotel.
-¡Lo odio!-protesta María, lo que recibimos con una carcajada.
-A ver... ideas por favor-dice Meli, cepillando a María.
-María puede llevar dos trenzas y una cinta roja, con aire un poco hippie, le queda bien-ayudo.
Mi amiga se encoge de hombros y empieza a trabajar con el pelo de María.
Yo le hago a Clara un peinado de un moño sujeto por trenzas; Lucía y Noe se rizan los mechones delanteros, Meli se pone un moño algo suelto, y yo una trenza por delante del hombro, con una cinta roja con un lazo sobre la cabeza.
Luego nos vestimos y procedemos a maquillarnos.
La raya de Meli hay que repetirla tres veces; la primera no le gusta y la segunda se corre.

-¡A la tercera va la vencida!-ríe.
Acabamos así:
Noelia:
Melissa:
Clara:
Lucía:
María:
Yo:

Mi móvil vibra, sobresaltándome; Louis.
-Bajad ya, anda. Estamos aquí.
-En seguida, tienes ganas de un abrazo, ¿eh?
-Ahora me lo das.
-Hecho.
<<No se da cuenta de que muero por sus abrazos. Ha olvidado que soy su fan. Tal vez sea mejor>>pienso. 
-¡Vamos! Louis está esperando.
Bajamos, y le doy el abrazo que prometí a Louis. Meli le abraza también, y montamos. Lucía me coge en brazos, y Noe a Clara, porque no hay sitios suficientes, y nos ponemos en marcha.
El O2 Arena está lleno, algo normal, y agradezco otra vez no tener que hacer la cola. Entramos por la parte trasera, y en el pasillo de los camerinos vemos al resto.
Les abrazamos. <<Ahora Blanca, acércate a Zayn...>>.
-¿Sabes? Aunque ya os conozcamos, esto de estar donde siempre soñé me pone nerviosa-está diciendo Clara a Harry, y este ríe y la abraza.
-Gracias otra vez, la verdad no sé por qué hacéis esto-casi susurra Melissa a Louis.
-Os lo merecéis. No hay fans como Blanca en cualquier lugar, y sus amigas merecen lo mismo-contesta él.
-No podemos esperar-dice María a Niall y Liam.
-¡Ay, me va a dar algo!-la corrobora Noe.
-¿Lo disfrutaréis? Prometerlo-sonríe Liam.
-¿Nos preguntas eso?-replica María.
-Es poco, disfrutar se queda corto-asiente Noe. Se abrazan los cuatro.
<<Esto era imposible...  ¿Cómo está pasando?>>pienso, temblando.
-¿No te gusta? ¿No te emociona?-es Zayn. ¿Cómo puede pensar eso? ¿No me considera Directioner o qué?
<<Blanca, lo dice con cariño>>me dice una vocecilla interior. Miro a Zayn, y admito que es verdad. Me mira expectante, como si penetrara en mi cabeza, aguardando una respuesta... y ¿queriendo darme más?No. Eso no se lo voy a permitir.
-No es eso...
-¿Entonces? Ya no sonríes-y creo que hay pena en su voz... añoranza.
-¡Venga, id a la pista ya!-avisa Louis, y nos indica la salida.
Abre una puerta lateral que da a la pista, al lado del escenario. Le señala el lugar exacto a Meli, nos da dos besos y salimos. Entonces noto la mirada interrogante de Zayn en mi espalda.

-No sonrío, porque esto es mi sueño, no lo puedo creer, y una sonrisa no basta para expresar la alegría que sentimos. Le digo, y me pierdo en la multitud, que ne agrada, me resulta familiar. <<Piensa como una Directioner>>había dicho Harry, y es lo que quiero hacer.

viernes, 23 de agosto de 2013

Capítulo 14

Narra Melissa
Hago caso a mi despertador al cuarto timbrazo, me lavo la cara y me visto.
Luego me pongo dos trenzas y decido ir a ver si Blanca está despierta. Es nuestro cuarto día en Londres, y han pasado dos desde que vimos a los chicos. Blanca está muy delicada últimamente, y no soporta que hablemos de Perrie. Llamo a la puerta, y ella me abre, en pijama todavía.
-Buenos días-saludo.
-Buenos días Meli.
Sus ojos están rodeados se ojeras oscuras y grandes.
-¿No has dormido?
- A las cuatro... creo.
La interrogo con la mirada hasta que me lo dice:
-Estuve hablando con Zayn.
-Me alegro, ¿qué te dijo?
-¿Por qué me afecta tanto...?-pregunta con voz queda, haciendo caso omiso de mi pregunta. Cierro la puerta y me siento a su lado en la cama.
-Te gusta Zayn.
-¡Pues como todos! Son nuestros ídolos Meli... pero... ¿Por qué me molesta tanto ella? Antes no me molestaba así...
-Antes no conocías a Zayn.
-Pero... ¿qué hay de los otros? ¿Por qué no me voy con el resto? Total, sólo vamos a ser amigos. ¿Por qué no paro de pensar en Zayn y Perrie?-se le quiebra la voz.
Respiro hondo, tratando de averiguar lo que yo siento.
-¿Sientes lo mismo con Louis... por Eleanor?
-No, porque no los he visto juntos.
Entierra el rostro entre las manos.
-Eh, no llores. Piensa en los otros... olvídate de uno.
-No puedo, no está completo sin él.
-No tienes debilidad en el grupo ,¿verdad?
-Nunca tuve.
-Puede que sea eso... te... gustan por igual. Y te fijas en el que se aleja de tí...
-Pero yo lo quiero de amigo... aunque sea. No quiero dejarle aparte.
-Ah, nada de lo que te diga te va a ayudar,¿verdad?
-Ya sabes que no.
-Vamos a desayunar.

Elige la ropa y se la pone:

Luego le pongo un moño y bajamos. En las escaleras está Lucía.
-Hola.
-Buenos días.
Nos servimos tostadas y café en el buffet y desayunamos en silencio. Blanca mueve rápidamente el móvil en las manos.
-¿Qué le pasa? -me susurra Lucía.
- Problemas sentimentales.
Asiente, dejamos los platos y salimos de allí.
-¿Vamos al jardín?
No se opone ninguna de las dos, por lo que nos sentamos en el sofá-columpio.
-¡Melissa! ¡Blanca! -grita alguien de pronto. Me levanto a toda prisa para ver a Louis y a Zayn, que vienen hacia aquí. Voy a chillar cuando recuerdo que son amigos ahora.
Vienen con dos guardias, que les vigilan desde cierta distancia. De pronto oigo un grito, y dos chicas corren hacia ellos; fans.
-Vamos-les digo a mis amigas.
-¡Louis! Por favor... una foto... ¡Oh dios mío! -chilla una.
-¡Zayn...! ¿Es posible?-dice la otra.
Louis les firma y se hacen una foto rápida, y luego nos mira.
-Buenas-me abraza, y noto las miradas fulminantes sobre mí.
Entonces vuelven a chillar, ye separo de Louis para ver qué pasa. Están ante Blanca. Deben ser también sus fans.
-Dios, es nuestro día de suerte.
-¿Sabes cómo nos alegró oír lo que decías de One Direction?
-Necesitaba hacerlo. Llevo siendo Directioner desde el primer día de "The X Factor".
Gritan, dan las gracias y se van.
-Eso es nuevo-comenta Louis, abrazándola.
Sonríe, por fin tras dos días.
-Bueno... veníamos a daros una cosilla...-empieza Zayn.
-Cerrad los ojos.
-No... ¡Odio eso!-replico.
-Pues te quedas sin...
-Oh, venga, da igual.
Estallan en carcajadas, y nos vendan los ojos con unos pañuelos.
-¡Zayn! No lo encuentro.
-Te voy a... ¡Aquí!
Nos ponen algo en las manos.
-Contad hasta diez y mirad.
Oigo el ruido de un motor, cuento hasta diez en alto, y
abro los ojos.
-¿Qué...?
-Qué predecibles... Meli, son entradas-comenta Blanca, aunque la emoción vibra en su voz.
-¿Qué otra cosa podría ser?-ríe Lucía.
-Una declaración de amor a... Vale, no.
-¡Oh dios!
-¿Qué?
-Pista, sitio reservado.
-¡No!
-¡Si!
-¿Por qué nos lo dan?
-Ni idea... ¡Eh! ¿Dónde están? Miro a mi alrededor y me digo que soy tonta; el ruida del motor... era de su coche, se han ido.
-No están, condenados. Y yo quería darle un abrazo a Louis por esto.
-Tendré que llamarles...-dice Blanca, y saca el móvil. Al tercer timbrazo alguien contesta, y ella pone el modo altavoz.
-¿Blanca? -es Harry.
-¡ESTÚPIDOS, TONTOS, IMBÉCILES! -exclama Blanca de pronto. Lucía y yo nos miramos, interrogantes.
-¿Qué...?
-¡OH, OS QUIERO!
Otro intercambio de miradas.
-Espera... ¿de qué vas? ¿Somos imbéciles o no?-dice Harry, desconcertado.
-Sí, sois los imbéciles mas adorables del mundo. ¡No hacían falta las entradas!
-¿No os gusta?
-Es nuestro sueño, pero no las merecíamos... hay muchas fans que...
-Blanca, deja de pensar por un momento como el ídolo. Se por una vez fan, como ya fuiste una vez...
-Pero...
-Eres la fan que más lo merece.
-No... hay muchas...
-¡NO! SÉ UNA DIRECTIONER POR UN DÍA. ERES LA ÚNICA QUE LO MERECES.
-Harry- empiezo a decir, al ver la cara de mi amiga, que podría ser dolor, emoción o cualquier cosa.
-Melissa, no. Ella lo merece. Tiene que saberlo.
-Harry, os quiero-murmura Blanca, y cuelga.
El concierto es un día antes de que Blanca se vaya.

Narra Blanca

-¡No tengo ropa!-protesta María, en mi habitación del hotel.
-Tranquila, deja de chillar-bufa Meli.
-¡Pero es un día único!
-Ya iremos a comprar, ¿vale?-intervengo, cuando Noe y Clara aparecen por la puerta.
-Lucía, sal de la ducha, nos vamos de compras-le grito.
-¡Voy!
Diez minutos más tarde estamos en mi coche, con un guardaespaldas vigilando nuestra salida.
-¿Va a venir?-me susurra Clara, señalando al hombre, que está cruzado de brazos.
-Supongo. La fandom está muy revuelta tras mi discurso... y tras ver las fotos con los chicos. Y no sólo la mía.
-¿Las fotos?-inquiere Noe.
Le dedico una mueca burlona.
-A los paparazzis no siempre se les ve, o nota, pero casi siempre están ahí.
-Ah, ahora nosotras estamos en las garras de la fama-comenta Clara, con voz teatral.
-Si... y no es nada divertido-afirmo yo.
El coche se pone en marcha, con el ruido del motor apenas audible.
Nos dejan ante un Bershka, y nos bajamos a toda prisa. Entramos y estamos pensando un rato...



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Holaa!:D Si podéis dejarme algún comentario... crítica... lo que sea, os lo agradecería. Me gustaría saber qué os parece la novela!Si queréis que os avise de cuando subo capítulo, pedírmelo por twitter! @1D_Best_Idols doy follow back a todos!Si no podéir por twitter, os recomiendo que miréis una vez por semana, por ejemplo, los lunes o domingos, ya que no llevo número de capítulos por día!Gracias por leer!Os quiero:33
Blanca xx

martes, 20 de agosto de 2013

Capítulo 13

Narra Blanca
El tono de mensaje de mi móvil suena por décima vez, y por fin me decido a mirarlo. Hay un mensaje de Harry:
Hola, hemos pensado con los chicos que como ambos tenemos día libre podríamos vernos-, apuesto lo que sea a que tus amigas nos quieren conocer”.
¿Será posible? ¿Mis ídolos me piden que si quedamos? Esto significa que les veré más a menudo, seguramente, y por lo tanto tengo que acostumbrarme a la idea... A ver cómo se lo digo al resto.

Claro, a todas nos encantaría, pero... ¿a dónde iríamos?”-le respondo, y decido elegir la ropa:

Cojo mi bolso de cuero con flecos y meto lo importante, para ser más rápida a la hora de salir. Me pongo una trenza y entonces recuerdo que Melissa tenía que dormir conmigo, pero que no está, y tampoco sus cosas. Salgo al pasillo del hotel a buscarla, pero como no la encuentro me rindo y bajo al comedor a desayunar. Allí está Lucía, que me saluda.
-¿Has visto a Meli?-le pregunto, pero ella niega con la cabeza.
-No te preocupes.
-Sus cosas no están en mi cuarto...
-¡Blanca!-me giro y es Melissa, que corre hacia nosotras- Me han cambiado de habitación.
-¡Eh! Y yo ya preocupada...
-Soy mayorcita, cielo-replica ella.
-Bueno, vamos a comer, que tengo hambre.
Elijo un par de tostadas y mantequilla del buffet y un capuchino, y nos sentamos en nuestra mesa.
-Harry me ha mandado un mensaje-digo.
-¡Harry! ¿Harry Styles?
-Sí, él, ya sabes, les conocí...
-Claro que lo sé. ¿Que te dijo?
-Que podríamos vernos...
-¿En serio? ¿Nos controlaremos?
-A eso iba... creo que les vamos a ver más veces, habrá que acostumbrarse.
-Haremos ese esfuerzo.
-¡Wow! Le dijiste que sí, ¿no?-interviene Lucía, alucinada.
Asiento, y entonces me llega otro mensaje:
Para no estar agobiados por los guardias, podríamos montar una parrillada y bañarnos en mi casa”.
-¡Oh dios!-se me escapa mientras les enseño el mensaje a mis amigas. Ellas se miran, con la emoción pintada en sus rostros.
Le respondo:
¡Genial!Muchas gracias, la verdad, los guardias son un incordio, ¿nos buscas?”.
En un par de minutos me llega la respuesta; Harry nos recogería sobre las doce y media en coche. Son las once, por lo que avisamos rápidamente por teléfono al resto; a todas les emociona tanto el plan que casi consiguen romperme el tímpano. A las doce todas estamos en mi habitación del hotel.
-¿Qué peinado me pongo?-dice María.
-¡Cualquiera, estás guapa de todos modos!-le responde Noelia.
-¡No! Ah, maldito pelo...
-Trae, yo te ayudo-se ofrece Melissa, y empieza a cepillar el pelo de María. Todas cogemos nuestros bikinis y toallas, y nos ponemos crema solar.
-¿Así bien?-le pregunta Meli a María al terminar con su pelo; le ha puesto una trenza de espiga. Ella se mira un rato en el espejo y asiente, todas suspiramos, cuando llega un hombre a avisarnos de que los chicos esperan abajo.
-¡Hey! ¿Qué tal?-dice Niall, y todas estamos a punto de chillar, aunque nos retenemos. Yo, que ya hablé con ellos, y estoy un poco más acostumbrada, respondo:
-Muy bien, ahora que habéis venido. Hace un tiempo no pensé que esto fuera posible.
-Pero ahora sí, montad-sonríe Harry.
-Este coche tiene siete plazas y somos once...-objeta Noelia. Tiene razón.
-Ah, bueno, podemos cogeros-dice Louis.
-¿Por cierto... cómo os llamáis?
Las presento, y ellos sonríen.
-Bueno, Noelia puede ir encima de Liam, yo cojo a Clara, Melissa encima de Louis...-dice Niall- y María, Zayn y Blanca solos.
Zayn abre los asientos del maletero y nos metemos; María se sienta en medio en los asientos que tenemos alante, Louis con Meli encima de copiloto, y Liam con Noe y Niall con Clara a ambos lados de María. Puedo notar la emoción de todas al tenerlos tan cerca.
-¿Cómo es posible todo esto?-le susurro a Zayn.
-Cosas de la vida. Los sueños se cumple, ¿no?
-Eso dijísteis siempre, por eso seguí con mi empeño de ser cantante...
-Y ahora lo eres, y una con mucho talento-sonríe, y me ruborizo.
-Yo no creo eso...
-Pero es verdad.
Mira por la ventana, y yo me quedo embobada mirando sus rasgos; su nariz afilada, sus ojos perfilados, su barba de un par de días...
-Zayn.
-Dime.
-Gracias, por contactar, por no ignorarnos...
-¿Cómo os íbamos a ignorar? No se conocen fans como tú cada día, ¿te cuesta mucho mantenerte tranquila?-dice él.
-La verdad... sí, pero lo hago por vosotros.
Él vuelve a sonreír y me abraza; noto como cada fibra de mi ser se estremece ante su contacto. Me pregunto si él sabrá cómo me gusta, y cómo los quiero a todos.
Llegamos a nuestro destino: una casa blanca y moderna con una azotea en la tercera planta. Hay un jardín con hierba bien cortada, flores, una piscina enorme y una parilla. También hay tumbonas alrededor de la piscina, sombrillas y un par de mesas.
-Preciosa, la casa-dice Clara, feliz, cuando todos ya están fuera. Zayn me ayuda a salir y luego sale él.
-¿Qué queréis hacer primero?-pregunta Harry, tras aparcar el coche en el garaje.
-¡A la piscina!-exclaman María, Meli y Noe a la vez, luego se tapan la boca, ante lo que Niall ríe.
-¿De cabeza?-pregunta Louis.
-No, de culo-replica Liam. Sonreímos. La verdad pensé que podría ser tan relajado estar con mís ídolos.
Entramos en el jardín, y Harry saca las llaves de la casa. Entonces, cuando estoy cerca del borde de la piscina, siento como alguien me empuja, y al caer lo agarro, haciendo que los dos caigamos al agua. Es Zayn, que me salpica.
-¡Tenias que caer tú!-dice.
-Atacar por la espalda es de cobardes-replico, con el corazón latiéndome a mil por hora; esto sólo lo imaginé en mis sueños más locos. No pensé que bromearía de esta forma con Zayn.
Él me hace una ahogadilla, y se la devuelvo.
-¡Eh, que todavía no íbamos a la piscina!-grita Louis.
-Déjales, son felices así, juntos en el agua-le dice Melissa, y siento cómo los colores me suben.
-Ahora me sacas del agua-le digo a Zayn, intentado olvidar el comentario de mi amiga.
-Claro, ¿a caballito?
-No, como a una dama-me burlo, pero él me toma en serio, y me coge en brazos. Entonces recuerdo su miedo al agua, ¿debería yo ayudarle a él? Me siento fatal de pronto.
-Zayn...
Resbala, y vuelvo a caer sobre el agua. Es cuando me doy cuenta de lo tenso que está.
-¿Estás bien? Zayn...
En un acto reflejo, le cojo de la mano con calidez, me acerco a él, y caminamos fuera del agua. Alzo la mano, con las lágrimas en los ojos. Vaya Directioner soy, que olvido el miedo de mi ídolo.
Le quito la chaqueta, mojada ahora, y nos metemos en la casa, tras el resto. Zayn sube con Harry, y yo me acerco a Clara, mordiéndome el labio inferior.
-¿Qué te pasa?-me pregunta, preocupada.
-Zayn...
-¿Qué pasa con él?
-Me olvidé, de su miedo al agua... y le hice caer, además de decirle que me llevara...
-Oh, fue un despiste, nada más, estoy segura de que no pasa nada.
-Pero él... bueno, cargó conmigo, estuvo sonriente en el agua, aunque no llegaba al fondo, a pesar de todo. Soy estúpida, ¿sabes?
-No, no...
El timbre suena, y Louis va a abrir, justo cuando Zayn baja, con ropa seca. Se lanza hacia el recién llegado, y entonces me fijo mejor; es Perrie Edwards, su novia, ahora recuerdo que tiene novia... <<Bien, Blanca>> me digo. Y siento rabia hacia ella, comprendo que por un momento pensé que le gustaba a Zayn.
-¿Quiénes son estos?-pregunta Perrie.
-Ah, amigos de Blanca, la cantante. La conocimos tras el concierto, y al resto también. Son nuestras fans, ¿sabes?-responde Zayn.
-Oh, que bien, estarán contentas.
<<Más si te fueras...>> pienso, automáticamente.
-Yo soy María, y ellas son Noelia, Melissa, Lucía y Clara.
-Encantada, bueno, a mí ya me conocéis.
-Por supuesto.
-Íbamos a bañarnos, ¿te apuntas?-le pregunta Niall. Ella asiente. Nos cambiamos en los dos baños de la casa, y salimos al jardín.
-¿Quien llega primero al agua?-chilla Louis, y sale corriendo, pero Harry lo detiene a medio camino, y ambos caen al suelo. Melissa y Clara, que parecen haberse recuperado del shock, se ríen, y se tiran al agua, seguidas de María, Liam y Lucía.
Inconscientemente, echo un vistazo a Zayn y Perrie, que hablan en una esquina, y la rabia me inunda otra vez. Entonces alguien me toca el hombro: Niall.
-¿No te gusta el plan?-me pregunta, sentándose a mi lado, al borde de mi tumbona. Me apetece decirle que el plan no podría ser mejor, pero que me gustan ellos, y me duele ver a Perrie con Zayn. Esa era otra de las cosas que olvidé al empezar a cantar. Pero no puedo decírselo; quedaría estúpido.
-Sí... sólo que-vuelvo a mirar de reojo a Zayn.
-¿Con Zayn? Ya sabes que a él no le gusta mucho el agua...
-¡No! No quiero estar con Zayn, él ya tiene buena compañía...
-¿Me acompañas a preparar las salchichas?
-Claro-sonrío, y le sigo a dentro de la casa, de donde cogemos las salchichas y lo otro que vamos a preparar.
Hacer la comida me distrae de mis pensamientos, pero cuando Niall me dice que avise a Zayn y a Perrie para comer, vuelven.
-Zayn... a comer... y tú también-le digo, algo brusca.
-¿Has cocinado con Niall?-me pregunta Zayn, en tono cariñoso. Yo lo aparto.
-Sí, mientras tú hacías el vago-replico, alejándome.
Me tomo una salchicha bastante grande un un trozo de maíz, además de algunas castañas, y voy a sentarme apartada de los demás.
-¿Qué te pasa con Zayn?-me pregunta Melissa, sentándose junto a mí- Al principio os llevábais bien, hoy quiero decir, y ahora le apartas... te he visto. Es tu ídolo, ¿estás tonta?
Meli tiene razón, lo sé, pero me había hecho ilusiones... debería olvidarme de él, pasarlo bien, pero simplemente no puedo. Si me pesaba verlo con Perrie cuando no le conocía, ahora me pesa mucho más.
-¿Es por Perrie?-inquiere, y aparto la mirada, pero no puedo esconderle lo evidente a una de mis mejores amigas- Blanca, no puedes hacerle esto, sólo por Perrie, pensé siempre que ella no te molestaría...
-Meli, por favor, déjame.
Se aleja, y la veo reír con Louis, antes de que se tiren al agua. Harry se me acerca, y me tiende una mano.
-¿Te vienes?-pregunta. Miro sus ojos verdes, por primera vez me miran a mí, sólo, no los veo ahora en una foto, o en una pantalla; son reales, y me sonríen. Me levanto.
-Me siento un poco fuera de lugar, aquí...
-Pues no debes-replica él-. Ahora puedes ser amiga de tus ídolos, ¿o no?
-Gracias-sonrío, abrazándole; él me devuelve el abrazo. Es cálido, siento su olor, su corazón palpitando dentro de él, y me siento bien.
-¡Harry!-grita Clara- ¡Al agua! ¡Los dos!
Harry me tira al agua, a la vez que salta él, y Clara nos agarra las piernas.
-¡Suelta! ¡Suelta bicho!-grito, riendo, y Harry le hace cosquillas. Finalmente nos deja libres, y Harry se abalanza sobre ella. Nado hasta donde están María y Liam. Él le está enseñando a hacer la doble voltereta en el agua, y ambos parecen muy felices. Noe y Melissa están con Louis, y Niall sigue comiendo; decido divertirme un poco a su costa.
Buceo hasta quedar delante suyo, y le escupo un chorro de agua en la cara, lo que hace que tire la comida al plato, sobresaltado. Oigo la risa de Noe, que lo ha visto.
-¡Maldita...! ¡Mi comida!-protesta. Entonces Noe recoge los trozos de comida que flotan en el agua del plato.

Narra Noelia

Finalmente, me canso de correr, y Niall se choca conmigo, haciendo que los dos caigamos. Nunca había estado tan cerca de él, ni lo había creído posible; Niall siempre fue mi debilidad del grupo, y ahora siento su corazón latir junto a mí, y su aliento me llega a la cara. Huele a carne.
Nos miramos a los ojos, y veo de verdad cómo son; perfectos, tan bonitos... tan indescriptibles, mil veces más preciosos que en las fotos.
El resto de la tarde jugamos al escondite y al pilla pilla en el agua y por toda la casa, y acabamos empapando todo.
-¡Mirad cómo lo habéis dejado!-protesta Harry.
-Venga, te ayudamos a recoger-se ríe Louis.
-Pues venga, moveos.
Empezamos a recoger la casa; Niall y yo barremos, María y Clara secan el suelo, Harry, Zayn y Perrie limpian las mesas y los muebles, Liam y Lucía ordenan el jardín, y Blanca, Louis y Melissa pasan la fregona. Cuando acabamos estamos tan agotados que nos desplomamos en la hierba del jardín.
*Fin de la Narración *
-¿Qué tal lo habéis pasado?-pregunta Niall, mirando a Noe.
-Ha sido perfecto-respondemos todos.
-Zayn y yo nos vamos de paseo-anuncia Perrie.
-¿Nos veremos otro día, no?-pregunta Melissa.
-¿Lo dudas?-responde Louis, abrazándola.
-Bueno, muchas gracias a todas por venir-dice Zayn, dando dos besos a María, Noelia, Melissa, Clara y Lucía. Luego se despide de los chicos y se me acerca.
-¿Sabes? Fue divertido tirarnos al agua tu y yo, solos, ¿no crees?-me dice, y me abraza. Olvido a Perrie por un instante, y le abrazo fuerte, muy fuerte, apoyando la barbilla en su hombro.
-¿Le vas a soltar algún día?-bromea Louis, y me separo de él, ruborizada.
-No me importó. Que me tiraras al agua, quiero decir, pero gracias por preocuparte-sigue. Me da dos besos y se aleja, junto a su novia. La imagen ya me duele, pero sus comentarios tapan todo lo malo. Nos despedimos del resto y nos montamos en el coche con Harry Miro hacia el lugar por dónde Zayn se ha ido, y lo que veo devuelve el dolor: Zayn abraza a Perrie, al cubre con su chaqueta, la besa en la frente, y va bajando, hasta que los labios de ambos se funden en un beso intenso, y que no dudo que ambos disfrutarán.
<<Blanca, eres tonta, no te tortures, nunca llegarás a lo mismo con él, a nada. Nada>>. Se me empañan y aparto la mirada. En casa me voy a la cama sin lavarme los diente y con la ropa puesta. Intento pensar en los momentos buenos del día, pero a mi mente vuelve la imagen de Zayn susurrándome cariñosamente, y luego la del beso con Perrie.

<<Juega conmigo>> pienso, dolida, antes de dormirme.

Capítulo 10

Narra Blanca

Sigo con un par de canciones más. Luego llega el turno de cantar "We are never ever getting back together" de Taylor Swift, con Lucía.
-Increíble Público-digo, mientras busco las palabras adecuadas para presentar a mi telonera-. Debéis saber que hoy no apareceré todo el rato sola-hago una pausa, dejando que el rugido de asombro se desvanezca-. Tengo la alegría de presentaros a mi telonera y amiga, Lucía.
Ella sale por una esquina, tímida. Me acerco y la cojo de la mano, siseando que sonría. Alzo nuestras manos.
-¡Estoy segura de que la queréis mucho. Y si no, os obligo a quererla!
Hay risas, chillidos y vítores. Le indico a Lucía que diga algo.
-Siempre soñé con este momento. Siempre supe que solo llegaría a telonera- hay murmullos-. Pero, sinceramente, esto es mejor de lo que esperaba. Gracias a Blanca y a sus increíbles fans.
El público chilla de nuevo.
Lucia sale tras dos canciones, y yo termino después de cantar algún tema más, cantando "Peace on the world". La gente chilla como nunca cuando termino, alzan sus manos, ne gritan que me quede. Odio estos momentos. Me inclino hacia las fans de la primera fila, dándoles la mano, hasta que los guardias nos separan.
-Muchísimas gracias, este concierto y vuestro apoyo es el que me ha dado la fuerza para seguir-grito. Entonces se elevan un par de pancartas fosforescente, en los que pone: <<Gracias, Blanca, te debemos todo>>. Tras un rato, todo el estadio está lleno de ellas, y las lágrimas salen de mis ojos. Las cámaras lo captan.

Todos ven que el gesto me ha emocionado. Quiero decir algo, pero no se el qué. Pido una pancarta a un chico de primera fila y la levanto. Los focos la iluminan. Saco mi móvil y hago una foto al estadio, de manera que se me ve. Saco un bolígrafo y escribo un agradecimiento al chico, y a todos, aunque sólo lo lea él. Se la tiro, doy las gracias otra vez, y la plataforma me traga.
Alguien me abraza. Es Melissa.
-¡Wow! Jo, has estado increíble. En serio.
-No. Ellos son increíbles. ¿Lo has visto?
-¿Las pancartas?  Sí, y créeme, lo hacen porque te lo mereces.
-Lo que tú digas. Pasado mañana volamos.
-Clara viene.
-¿Qué?
-Me lo ha dicho. Coge un avión a Londres.
-¿Por lo de la Uni?
-Sí, pero ella viajará a donde vayamos. Para eso era el concurso.
-¡Ah! Ya sé-me río.
-Vamos a celebrar tu éxito.
La miro, burlona, pero en media hora estamos entrando en la discoteca Vip más cercana.
Las dos nos hemos cambiado la ropa, y pensamos aprovechar la noche.
Estamos en la barra, yo pido una sidra, y Meli un cóctel.
Cuando caminamos hacia la pista de baile, suena un pitido estridente. La gente se alborota y empuja, tirándonos al suelo.
-¿Qué...?-susurra mi amiga.
Quiero responder que no sé, pero entonces veo el humo. Sale de la pista elevada, y las sirenas aumentan de volumen. Meli sigue mi mirada y reacciona. Me agarra el brazo y se abre paso entre la multitud, que no se a dado cuenta del humo, no todos.
Nos chocamos, no ponen orden, nadie sabe cómo actuar. Veo una farola y entra aire.
Pero en ese momento tropiezo con algo y me doy de bruces contra el suelo, sintiendo cómo se cuela humo en mis pulmones... Luego, todo es negro.

Capítulo 8


Narra Blanca
Es George; al parecer voy a tener una telonera o algo por el estilo en mi tour. Ya han firmado contrato, y sin pedirme permiso, lo que me molesta.
-¿No deberíais preguntarme algo alguna vez?-le suelto.
-La conocerás mañana, en el estudio, y ahora, tengo que irme. Adiós-dice, ignorándome.
Cuelgo bruscamente, y me siento allí mismo, en un banco. Aparecen dos chicas, algo tímidas. Fans, y más fans. Parece que yo lo único que hago es firmar autógrafos...
Me esfuerzo por intentar ser amable, pero no lo consigo; estoy tensa, les firmo, les digo que si quieren una foto, y luego aparto la cara. Ellas se van, algo decepcionadas. Me siento mal, ellas no tienen la culpa, pero cuando estoy enfadada puedo dañar, y mucho. Para mí es sólo un momento más, todos los fans... Son más o menos iguales. Mientras que para ellas es el momento más especial de sus vidas... Lo sé bien, porque yo he sido, y soy fan. Me levanto, con remordimientos, y las alcanzo.
-¿Os apetece una bebida?
Me miran, estupefactas, pero no espero que reaccionen de otra forma. Voy al puesto de comida que hay en la zona de las tumbonas, y les traigo una Fanta a cada una. Dudan, pero las aceptan, finalmente. Las guío hasta una mesita con sombrilla, un poco aparte, y, cuando se han calmado, intento entablar una conversación más o menos coherente.
-¿Por qué os gustan mis canciones?
-Bueno...-dice una, pero se queda en blanco. Es algo muy difícil de explicar, la verdad.
-Tienen algo... Algo que me llega al corazón... Me hace soñar...
Sonrío, conozco esa sensación.
Hay un incómodo silencio.
-¿Cómo te inspiraste para escribir “Peace on the world”?-me pregunta una entonces, en un susurro.
La miro, seria.
-He leído muchos libros que te hacen ver este mundo de un punto de vista exterior...-dudo un poco, antes de decir, en voz baja:- He abierto los ojos, y he asumido cómo es nuestro mundo. Es justo como dice la canción. Traicionero, sucio, hostil. Y es culpa de los humanos. Nosotros somos así, y estamos destruyendo todo.
Me miran, y creo ver comprensión es sus ojos... Me siento débil de pronto, recordando en qué sitio vivo, y tengo que morderme el labio para no llorar. Es duro, odiar tu mundo, odiar tu raza... Porque a veces deseo no ser humana. Somos destructores... Sacudo la cabeza, y esbozo una sonrisa falsa, para volver con mis amigos.
No hablo más en el resto de la tarde. Sólo lo justo, y me respetan. Tengo que tener beunas razones para estar sin hablar.
En la puerta de mi edificio me despido de mis amigas, y me meto directamente en la cama, donde no aguanto más, y rompo a llorar, hasta que el sueño me vence.

Me despierto temprano, y recuerdo que en seguida vendrán a buscarme para ir al estudio. Me ducho, y mientras se me seca el pelo, desayuno tostadas con aceite, y leche.
Luego voy a mi cuarto y elijo la ropa:
A penas han pasado veinte minutos cuando llaman a la puerta. Me trenzo rápidamente el pelo, y bajo. Allí está mi coche. Alcanzo el bolso de cuero al vuelo, y subo. En otros veinte minutos estoy sentada en el sofá del estudio, esperando.
Entonces entra mi manager, con una chica. Diría que tiene mi edad. Es rubia, pero no tanto como yo, delgada y alta, y sus ojos son marrones. Me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa.
-Esta es Lucía, tu telonera. Además, cantará contigo siempre que se lo permitamos. Y sólo bajo tu permiso-me dirige una mirada significativa, y capto la indirecta.
-Hola-le digo, aclarándome la garganta-. ¿Conoces mi música?
-Claro que la conozco. Y me encanta, en serio.
Parece que va a añadir algo más, pero se calla. Vuelvo a sonreír.
-Deberíais practicar un poco.
-¿Sin conocernos?
-Blanca tiene razón. No estaríamos cómodas-me apoya.
-George, salimos una hora, y volvemos. Para conocernos un poco.
Él no está muy convencido, pero insisto, hasta que nos da permiso.
Salimos del edificio, y nos dirigimos a una plaza cercana. Me cuenta que tiene diecisiete años. Un poco menor que yo, y que siempre quiso trabajar con algún cantante, porque no se atrevía a cantar sola. Luego sale el tema de mis ídolos, no se cómo. Y resulta que ella también es Directioner. Empezamos a hablar de ellos, y pongo “Best song ever”. Me emociono un par de veces, pero consigo controlarme. Cuando volvemos al estudio, ya nos llevamos de maravilla, y me alegro de verdad de que hayan decidido elegirme telonera Trabajamos con las canciones que voy a interpretar durante el tour, y se sabe todas. No canta nada mal. Ella cantará entes de que yo salga un par de canciones de otros cantantes, como Taylor Swift, y luego cantará un poco conmigo. Claro que le doy permiso, me cae muy bien.
Al terminar, la invito a mi casa, y allí hablamos un poco de todo, y nos reímos mucho. Saco una vieja paloma de juguete que tengo, y hacemos como si fuera Kevin. A las ocho salimos a pasear a Nera, con los guardias escoltándonos. Me voy a la cama, sonriente, y con la mente puesta en mi tour. No puedo evitar pensar que todo esto es una locura... Por no hablar del hecho de que a lo mejor conozca a mis ídolos. Pero no puedo comportarme como un infantil y una fan loca. Soy cantante. Actuaré normal.
<<No podrás>> me dice una pícara voz interior.

Narra Clara
Sigo sin saber por qué llamaron a Blanca, en la piscina, anteayer. Sólo sé que hoy anuncian los resultados. No me voy a separar del teléfono. Suena una vez, y me abalanzo sobre él, pero resulta ser el de la compañía, al que hablo especialmente mal, irritada. Luego es Melissa, diciendo que se viene a mi casa. No me opongo. Vuelvo a estar sola, y así controlaré mejor los nervios.
Pongo bajito “Stay, stay, stay” de Taylor Swift, y el timbre suena media hora más tarde. Es mi amiga. La estoy saludando, cuando el teléfono vuelve a sonar. Me mira, animándome a coger. Y sí, son los del concurso.
Pego un chillido que se oye por todo el vecindario, cuando la mujer me dice que he quedado primera. Empiezo a bailar, y sacudo a Meli de todas las formas posibles.
-¡Weeeee!-chillo, aunque no tiene sentido.-¡He ganado, he ganado!
-Llamemos al resto, ya.
-Sí, y quedamos. Quiero saber para qué fue la llamada de la piscina.
Tarda un rato en entender de que hablo, y, una por una, llamamos a las tres. Quedamos en casa de Blanca, ya que así nos libraremos de los guardias. Pedimos unas pizzas para celebrarlo, y Blanca canta sus canciones, alguna de Taylor, de Ed Sheeran y One Direction. También toca la guitarra, y Meli se anima a unirse a su canto. Las demás bailamos y hacemos tonterías.
-Bueno, Blanca. ¿Para qué era la llamada?-le suelto, cuando estamos sentadas en su cómodo sofá.
-¿La de la piscina? Tengo telonera.
-¿A sí?-preguntamos.
-Sí, y es muy maja, se llama Lucía.
-Nos la presentas, ¿a que sí?-sonríe María, y Blanca asiente, riendo.
-Pero hoy no, tengo que organizar, así que os tendréis que ir en seguida.
-Una cosa más. ¿Conoceremos a One Direction?
-Eso es justo de lo que tengo que hablar con el equipo.
-Pues luego no te pongas misteriosa-me advierte Noe.
-Ni hagas bromas de mal gusto-añade Clara.
-Sí, sí... venga, largo ya.
-¿Nos estás echando?-insinúa Meli.
Ella pone los ojos en blanco.
-¿O vas a quedar con Teo?
-¡María, ya, en serio, no sabéis lo que es ser cantante! Y tú ahora eres igual de mala que la prensa, cuando un famoso tiene novio o novia.
La interpelada baja la cabeza, y se disculpa. Blanca cierra la puerta, y nosotras nos vamos, cada una a su casa.
Me meto en la cama, tras cenar viendo “Grease”. Me recuerda a mis ídolos.
<<Iré con Blanca, iré con ella>>.
Me despierta mi móvil a medianoche, y me sobresalto, cayéndome al suelo. Es Blanca.
-¿Sí...?-murmuro aturdida.
-¿Qué, no quieres saber nada de...?
Entonces las piezas encajan. Mi amiga no me llamaría por cualquier cosa; tiene que ser lo de One Direction.
-¡Cuenta ya!
Los segundos que tarda en responder son eternos. Parece que le cuesta hablar, y se me cae el alma a los pies... ¿N cumpliremos nuestro sueño? O, bueno, ¿no lo cumplirá ella? No es justo, no es justo, me digo... Las lágrimas que corren por mis mejillas se paran cuando obtengo la respuesta.