Narra
Blanca
-Blanca,
te hemos traído unas cosillas.
Sigo
aturdida, por lo que sólo asiento, nada más.
Meli
se adelanta, y me da una cajilla con papel de regalo. La abro.
Se
me encoge el corazón. Esperaba algún collar, o pulsera, o una
camiseta cualquiera. Pero no esto, que es sin embargo mil veces
mejor... Las lágrimas saltan a mis ojos; es un conjunto de mis
ídolos, a los que nunca he olvidado, por mucho que sea cantante.
Ahora
mi yo fan vuelve a la luz completamente. Las abrazo, y lloro, lloro
mucho. Meli se ríe, y me abraza muy fuerte, hasta hacerme daño.
María parece emocionada también, y sé que ella también sigue
siendo muy Directioner en el fondo. Seguimos abrazadas un rato, hasta
que llega un médico a la sala. Indica a mis amigas que se vayan, y
ellas obedecen, luego se dirige a mí.
-Hoy
te haremos unas pruebas más, y te daremos el alta ya mañana si son
satisfactorias. Siento alivio y libertad por dentro, y sonrío,
secándome las lágrimas.
El
aire fresco me llena de fuerza por dentro. Aunque sea el contaminado
aire de gran ciudad, es mi casa, y no lo cambiaría por nada. Estiro
mis extremidades y ando un par de pasos. Me siento rara, frágil,
ligera y pesada al mismo tiempo. De momento no puedo conducir, por
seguridad. Pero es mejor que que te confisquen el carné. Lo habrían
hecho, si mi manager y mis amigas no me hubieran defendido. Meli me
lo contó todo. La verdad, no tengo miedo al coche, sé que ese día
iba con la mente puesta en mi Tour, pero no volverá a pasar, ah no.
Veo
a Clara acercarse, contenta de que haya salido del hospital. Me
abraza, y me da dos besos.
-Entonces,
¿me ayudas?
Parpadeo,
desconcertada.
-¿Ayudarte
en qué?
-En
el concurso de canto...
-Ah,
pero yo no puedo participar, si es como me contaste... Soy cantante,
no sería justo.
-Pero
me puedes enseñar a cantar un poco...
-Claro,
está hecho, ya mismo si quieres.
-Vamos
a tu casa, si te vale.
-Of course babe-bromeo.
Cogemos
un taxi, que pago yo, y llegamos a mi casa en seguida.
-¿Un
café?
-Si
se puede...
-Te
lo he ofrecido-replico, irónica.
-En
ese caso, vale.
Le
preparo una taza, con leche y azúcar, y me cojo un vaso de zumo de
frutos del bosque. Lo tomamos con unos chocolates que me enviaron de
Bélgica, y charlamos un rato, antes de ponernos manos a la obra.
Clara
no canta muy mal, pero al principio le da vergüenza, por lo que
tardo un rato en animarla. Probamos con voz grave y aguda, y decido
que hay que dejarlo en un tono intermedio; la voz grave le sale ronca
y la aguda te rompe los tímpanos. Luego cantamos un par de
canciones, y finalmente compruebo si se ha quedado afónica.
-¿Te
duele la garganta o algo?
-No, sólo estoy cansada, ¿cómo aguantas tanto tiempo cantando?
-No, sólo estoy cansada, ¿cómo aguantas tanto tiempo cantando?
-Tengo
mucha práctica, pero tu no necesitas tanto, sólo es un concurso
urbano, no uno como... “The X Factor”-se me quiebra la voz, y
sacudo la cabeza para apartar los recuerdos de mi cabeza.
-Por
cierto, ¿te gustó el regalo?
-¿Era
tuyo también?
-De
todas-asiente ella-. Es que costó mucho-me confía, y no entiendo.
Ella
capta mi mirada.
-¿No
viste el regalo?
-Sí,
la camiseta, ¿no?
-¡Eso
no! Lo otro, lo principal-pone voz de misterio, y una oleada de ideas
me inunda.
-¿Qué
otro?
-Míralo,
vamos.
Me
acerco al paquete, lo abro, y veo que, en efecto, hay un sobre en el
que no reparé antes. Miro a mi amiga, interrogante, y ella
asiente. Comienzo a abrir el sobre con dedos temblorosos.
Mi
corazón se para un segundo antes de empezar a latir alocadamente...
Chillo, miro las entradas para el concierto de One Direction, chillo
de nuevo, y abrazo a mi amiga, más fuerte que nunca.
Presto
atención. Son para Londres, para uno de los día que estoy allí. De
pronto tengo miedo de que no me permitan ir, pero no tengo concierto
ese día, no me lo pueden negar.
-¿Cómo
os lo agradezco?
-Dejándonos
verte en el escenario.
-No
hacía falta...
-Sí,
porque vamos las cinco juntas. La burra de María las compró hace
tiempo, y ahora nos lo dice... Le dimos parte del dinero, claro.
-¿Cuánto
os debo?
-¿Deber?
No me hagas reír, Blanca. Vamos a ir a tu concierto gratis, según
lo que nos dijiste, eso es más de lo que crees para nosotras..
-Ah,
por cierto, hablé de eso, y sí, os puedo conseguir entradas, pero
no me las han dado todavía. Eh, ya habrán vendido las entradas para
Madrid, Barcelona, Londres y Dublín.
-Seguro
que se agotaron rápido.
-Lo
sabré pronto. George me informará.
-Genial,
bueno, me tengo que ir, el concurso es en dos días, te mando en un
Whats App dónde es, y me vienes a ver, ¿sí?
-Claro,
cielo. Gracias por todo.
-Gracias
a ti.
Me
abraza y sale por la puerta. Yo decido dar un paseo nocturno, con mi
perrita. Tras ponerle la correa y el collar, voy a cambiarme. Me
pongo algo que me tape un poco, pero no excesivamente, porque hace
fresco.
Cepillo
ligeramente a Nera, que ha estado estos días en casa de Melissa, y
salgo de casa, con los cascos puestos. Pongo
el modo aleatorio, y dejo que la música me enloqueciera y me haga
bailar. Llego a un parque cercano, visitado por casi nadie, y
pongo una de mis nuevas canciones: “Peace On The World”, a la vez
que la canto. De pronto noto que alguien está cerca de mí, y me
callo.
Me vuelvo para ver quién es. Un chico de pelo castaño, menor que
yo, pero sólo un poco, y ojos amistosos y bonitos. Es muy guapo... y
me mira de una forma...
Siento
que mi corazón se acelera un poco y me avergüenzo de mí
misma.<<Venga, no te enamores>> me digo, y espero a que
hable.
-Eres...
¿Blanca? ¿La cantante?
-Sí,
¿por qué?
-Bueno...
-¿Eres
fan?
-No,
pero me gustan tus canciones.
-Vaya,
muchas gracias, me alegra oír eso.
Esboza
una sonrisa que me parece preciosa.
-Y
también me alegra que no estés en shock, he conocido a fans que sí.
Será porque no eres fan del todo, digo yo.
-Bueno...
será eso, pero me alegra estar hablando contigo.
Esta
vez sonrío yo. Empezamos a hablar de cosas diversas, y a bromear,
hasta que decido que debo marcharme.
-¿Me
darías tu número de teléfono?
-Claro-sonrío,
y se lo apunto en un papel. Me despido de él con dos besos y me voy
a casa, a paso ligero. Le doy la cena a mi perra, me ducho rápido,
me cepillo los dientes y me meto en la cama, tras ponerme mi pijama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comment, comment, I won´t bite you... xxx