-Primero, debes saber que empiezas el tour en dos semanas y tres días, y que llevas cuatro días inconsciente.
Frunzo
el ceño; empezaba el tour en cuatro semanas...
-Se
ha adelantado una semana, como puedes deducir-aclara mi manager, como
si me hubiera leído la mente.
-Bueno,
¿y qué día es el que empiezo exactamente?
Rebusca
entre los papeles, y me río para mis adentros. Yo no estoy como para
contar, la verdad, pero está claro que mi manager tampoco quiere
hacer ese pequeño esfuerzo.
Estamos
a finales de agosto, día treinta, para ser exactos.
-Das
tu primer concierto en Madrid el día diez de septiembre.
-¿Y
qué pasa con las entradas?-pregunto, con curiosidad. Las entradas
para Madrid se vendieron en cinco horas.
-Se
ha anulado, y se hará mañana para los shows aquí, en Barcelona, en
Londres y en Dublín.
Voy
a abrir la boca para protestar, cuando caigo en que no puedo hacer
nada. La verdad es que me parece injusto que la gente que consiguiera
entrada tengo que volver a intentarlo. Pues nada, soy la protagonista
del show, pero no puedo influir en este tipo de cosas. Y eso me
frustra, porque quiero dar lo mejor a mis fans. Aprieto los dientes y
no digo nada.
-Además-sigue
mi manager, ajeno a mi rabia-. Debes saber que ha habido un cambio en
el horario. Irás de Madrid a Dublín, y luego a Londres. Y de allí
bajando por Europa en los lugares acordados.
Asiento,
conforme, eso es lo de menos. George se despide y sale de la
habitación. En mi interior estoy enfadada con él, por ser injusto
con la venta de entradas, pero en el fondo sé que él no lo ha
decidido.
La
puerta se abre unos minutos más tarde, y entra Clara; tiene lágrimas
en los ojos.
Se
acerca, y me abraza, muy fuerte, y llora. Quiero preguntarle qué
pasa, pero ella se me adelanta.
-Sabía
que lo conseguirías. Sabía que un día te vería sobre diferentes
escenarios. Bueno, yo no te veré, el mundo te verá-añade, apenada.
Se me encoje el corazón. No había pensado en eso; en mis sueños,
saludaba a mis mejores amigas desde el escenario, sonriente.
-No.
Me verás, y las demás también.
-¿Cómo?
¿Y la Universidad? ¿Y el dinero?
En
ese momento recuerdo el telediario, y se me ilumina la cara.
-Tal
vez no podáis venir a todos los países, pero sí a uno.
Ella
me mira, interrogante, pero yo le digo que llame al resto.
Narra
Clara
Me
había quedado boquiabierta cuando el manager de Blanca dijo que iba
a hacer un tour. Pero no había podido evitar sentirme orgullosa; al
fin y al cabo, siempre deseé verla sobre los escenarios
internacionales. Entre miles de fans, con nosotras disfrutando de la
actuación. Pero había caído en que yo no la vería...
Por
eso, ahora que salgo de su cuarto, pensando en la idea que se le
puede haber ocurrido, vuelvo a estar completamente feliz, porque
cuando mi amiga tiene una idea, es buena.
Las
demás están en una salita amueblada con un par de sofás, una tele,
una mesa baja, y varias lámparas de pie. Todo blanco. Entro, y las
veo charlando, a la vez que toman galletas y té o café. Carraspeo,
para llamar su atención, y lo consigo en seguida.
-Qué
rápido has vuelto-comenta Noelia.
-O
te has dado media vuelta, porque no sabías qué decir-se ríe María,
y Melissa la secunda.
-Pues
no. Le he dicho... Bueno, en resumen; tiene una idea para que podamos
ir a verla.
Las
tres se levantan, de un salto, y salen por la puerta.
-Podrías
haberlo dicho antes-comenta Meli, apresurándose por el pasillo.
Me
encojo de hombros y corro para alcanzarlas.
Narra
Blanca
Las
chicas entran en mi cuarto. Meli se sienta al borde de mi cama, y
Clara también. María y Noe cogen unas sillas. Todas me miran ahora,
pero yo espero unos minutos para empezar a hablar.
-Bueno,
el caso es que en el telediario oí que habían puesto en marcha un
nuevo plan de prácticas en las universidades. Consiste en pedir un
permiso e irse a otro país durante un tiempo a hacer prácticas y a
aprender el idioma.
-¡Eh!
Eso es genial, pediremos un permiso y...-se emociona Noelia.
-Yo
había pensado en que podríais venir a Londres, donde voy a estar un
par de días-la ayudo.
-¡Londres!-exclama
María- Claro que iremos. Eso no se pregunta, pediremos los permisos
y a hacer maletas...
Parece
haber dado la conversación por finalizada, porque se levanta. Pero
Clara la retiene.
-¿Seguro
que es buena idea?-duda Melissa.
-¡Meli!-protesta
María.- No hay mejor idea. Ir a Londres, piénsalo...
-Sí.
Díselo a tus padres y a ver si se emocionan tanto.
-¡Tengo
dieciocho años!-replica. Y da en el clavo, parece que Meli no se
acordaba de ese detalle.
-¿Y
si cuesta algo?-pregunta Clara.
-Costará
lo mismo que el curso digo yo.
-A
mí también me parece buena idea, además estoy deseando vivir en
Londres.
-Pero,
si es durante mucho tiempo... ¿No te importará que no estemos en
España cuando vuelvas?
-Eso
es lo de menos, piensa, podría ir yo también a Londres sonrío.
-Genial,
si os parece bien, yo lo hablaré hoy con mis padres. Podré pagar yo
una parte; tengo dinero de los trabajillos que hice-anuncia Clara, y
sale.
-Yo
también voy a llamar...-dice María, y sale tras ella.
Noelia
me da un abrazo, contenta, y se va también. Meli se queda a mi lado,
mirándome.
-Te
voy a echar mucho de menos-me dice.
-Y
yo a todas-respondo, con un nudo en la garganta.
-Será
difícil lo de ir sola de tour... Aunque es lo que siempre
quisiste...
-No
creas que lo había pensado así; yo me lo imaginaba con vosotras
entre el público. No fui realista. Pero tienes razón; nunca he
estado tan feliz como ahora.
Hay
unos minutos de incómodo silencio. Luego Melissa vuelve a hablar.
-¿Sabes?
He tenido una idea, pero puede que sea precipitarse...
La
animo a hablar.
-Verás,
ya sabes que mis padres son bastante ricos... Había pensado en
pedirles permiso para viajar a dónde tú fueras, para verte y
hacerte compañía. Pero no sé si tendrás tiempo...
-¡Oh!
Eso sería maravilloso, tía. Podría intentar convencer a George de
que puedas venir conmigo y mi equipo.
-¿Y
crees que te dejarían?
-
Todo es posible, y mi manager tiene corazón.
Se
ríe, y nos abrazamos. Luego se va ella también.
Me
quedo con la idea de estar con mi amiga durante todo el tour rondando
por la cabeza, y mis ganas aumentan cada segundo. Todo sería
perfecto. Sonrío, y me revuelvo en la cama. Mañana intentaré
convencer a George de que deje a Melissa venir. Ya son las nueve de
la noche, por lo que me quedo dormida bastante pronto, con una
sonrisa pintada en la cara.
-¡Blanca!
¡Blanca!
Me
despierto de golpe, y veo a Noe dando vueltas por mi cuarto.
-¿Qué
diablos te pasa?
-Me
dejan-dice ella, cruzándose de brazos.
-¿Y
que hay de la uni?
-Ah,
eso. Vamos a ir hoy. Pero tú ¿qué? ¿Sabes qué hora es?
-No.
-Son
las dos. ¡Las dos! Menuda dormilona.
Me
río. A Noe le ha picado algo.
-Tengo
que descansar, ¿recuerdas?-replico, arqueando una ceja.
-Bah,
excusas.
Y
sale del cuarto, dejándome con una sonrisa ridícula en la cara.
Sacudo la cabeza, y me vuelvo a echar, pero entra Meli.
-¡Blanca!
Convencí a mis padres, me dejarían viajar contigo. ¿Has hablado
con George?
-No...
la verdad es que me acabo de despertar...
Estalla
en carcajadas.
-Bueno,
¿a qué esperas a preguntárselo?
-¿Está
en el hospital?
-Le
vi esta mañana...
-Genial,
le mandaré llamar.
-Vale
cielo, sé muy pesada y convence a George. Es tu Tour.
Le
sonrío, agradecida. Lo tengo que convencer. Es verdad, es mi tour.
Alcanzo
la especie de teléfono que hay junto a mi cama, y pido que llamen a
mi manager, que no tarda en llegar.
Respiro
hondo, y le miro, seria.
-Ya
sabes que es mi primer tour, y la verdad, estoy un poco excitada. Lo
que me lleva a preguntarte-vacilo un segundo-que si puede una amiga
acompañarnos.
Frunce
el ceño, y sé que tendré que dar explicaciones.
-Bueno,
es mi tour, siempre quise que pasara esto, pero debes entender que
sería bueno contar con un apoyo, y lo mejor que tengo es una amiga
de verdad. Puedo asegurar que mis espectáculos serán mucho
mejores-añado.
Sigo
diciéndole todo tipo de razones, esperando que sea comprensivo. Y
finalmente, me mira, y sé que me va a dar una respuesta. Respiro
hondo, y cruzo los dedos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comment, comment, I won´t bite you... xxx